El abono natural es una de las herramientas más efectivas para mantener un huerto urbano saludable y productivo.
En el mundo de la jardinería sostenible, la cáscara de huevo es un recurso poderoso y fácil de conseguir.
Hoy descubrirás cómo transformar un simple residuo de cocina en un fertilizante rico y beneficioso para tus plantas, sin gastar dinero y reduciendo desechos.
Beneficios de la cáscara de huevo como abono

Composición nutricional
Las cáscaras de huevo están compuestas principalmente por carbonato de calcio (aproximadamente 95%), un mineral esencial para fortalecer las paredes celulares de las plantas y mejorar la estructura del suelo.
Además, contienen pequeñas cantidades de magnesio, fósforo y potasio, nutrientes que estimulan el crecimiento y la floración.
Ventajas frente a fertilizantes químicos
- Económico: reutilizas un residuo que normalmente iría a la basura.
- Sostenible: reduces la dependencia de fertilizantes industriales.
- Seguro: no daña el suelo ni contamina el agua subterránea.
- Versátil: puede aplicarse en polvo, líquido o integrado en compost.
Preparación previa de las cáscaras de huevo
Limpieza y secado
Antes de utilizar las cáscaras, es fundamental lavarlas para eliminar restos de clara o yema, que podrían atraer insectos no deseados.
Luego, sécalas completamente al sol o en un horno a baja temperatura (100 °C durante 10 minutos) para facilitar su trituración.
Técnicas de trituración
Existen varias formas de triturar las cáscaras:
- Mortero: ideal para cantidades pequeñas.
- Procesador de alimentos: rápido y eficiente.
- Rodillo de cocina: método manual para quienes no tienen herramientas eléctricas.
Cómo hacer abono casero con cáscara de huevo
Método en polvo
- Tritura las cáscaras hasta obtener un polvo fino.
- Espárcelo directamente sobre la tierra alrededor de la planta.
- Riega ligeramente para que el calcio se absorba.
Ideal para: plantas de tomate, pimientos, rosas y plantas de floración prolongada.
Método líquido
- Hierve 10 cáscaras en 1 litro de agua durante 10 minutos.
- Deja reposar 24 horas.
- Cuela y utiliza el líquido para regar las plantas.
Beneficio: el calor libera nutrientes rápidamente, facilitando la absorción.
Método combinado
- Mezcla cáscara triturada con compost orgánico.
- Incorpora la mezcla al suelo antes de la siembra.
- Mejora la fertilidad general y la estructura del suelo.
Aplicación correcta en huertos urbanos
Frecuencia de uso
- Polvo: cada 30 a 45 días.
- Líquido: cada 15 días durante la etapa de crecimiento activo.
Cantidad recomendada
Para macetas pequeñas: 1 cucharada sopera.
Para huertos grandes: ½ taza por metro cuadrado.
Precauciones
- No exceder la dosis, ya que el exceso de calcio puede afectar el pH del suelo.
- Evitar aplicar sobre semillas recién germinadas.
Otros usos de la cáscara de huevo en el jardín
Control de plagas
Fragmentos grandes de cáscara colocados alrededor de las plantas forman una barrera física contra caracoles y babosas.
Mejora del compost
Agregar cáscaras trituradas al compost acelera la descomposición y aumenta el contenido de calcio de la mezcla final.
Errores comunes y cómo evitarlos
Almacenaje inadecuado
Guardar cáscaras húmedas provoca moho y mal olor. Siempre secar antes de almacenar.
Exceso de aplicación
Más no siempre es mejor. Una saturación de calcio puede reducir la absorción de otros nutrientes como magnesio o potasio.
Conclusión y llamado a la acción
La cáscara de huevo, un residuo cotidiano, puede convertirse en un aliado esencial para tus plantas y tu huerto urbano.
Con una preparación adecuada y una aplicación controlada, aportarás nutrientes esenciales de forma natural y sostenible.
Empieza hoy mismo: guarda tus cáscaras, sigue estos métodos y observa cómo tus plantas se fortalecen y florecen.

Apasionado por cada hoja y cada brote, Adilson Santos notó que faltaban contenidos claros y útiles para quienes viven en departamentos o espacios reducidos, y decidió crear un espacio que combinara información, inspiración y amor por la vida vegetal.